[Mercado Global de Bonos en una Encrucijada: Powell, Jackson Hole y la Política de los Recortes de Tasas]

Fecha: 18 de agosto de 2025
Fuentes primarias: Bloomberg (17 de agosto), Reuters (18 de agosto), MarketWatch (18 de agosto), Barron’s (18 de agosto)
Corroborado con: CME FedWatch, comunicaciones de la Fed, datos de la curva de rendimiento

Resumen (No Simplificado)

El mercado global de bonos entra en una semana decisiva: los operadores descuentan con casi total certeza un recorte de 25 pb en la reunión del FOMC de septiembre, con probabilidades superiores al 90%. El punto focal es el discurso de Jerome Powell en Jackson Hole, que podría validar el sesgo dovish del mercado o reanclar las expectativas hacia la cautela.

Principales hallazgos a través de las fuentes:

  • Bloomberg: Los rendimientos del Treasury a 2 años han caído hacia 3,75%, empinando la curva, con consenso en torno al alivio.

  • Reuters: El dólar cotiza estable mientras los inversores se preparan para Powell; 84% de probabilidad de un recorte de 25 pb, 16% de una pausa.

  • MarketWatch: Optimismo bursátil evidente, especialmente en constructoras de viviendas (D.R. Horton, Lennar) impulsadas por la narrativa de recuperación de la vivienda ligada a tasas más bajas. Jeremy Siegel ve margen para un recorte de 50 pb; otros advierten que tal movimiento señalaría pánico.

  • Barron’s: Señala a Jackson Hole como la “última batalla” de Powell para moldear expectativas antes del FOMC, recordando su precedente de 2022 de señalización de pivote.

La tensión: la inflación está moderando pero no derrotada; los mercados laborales se suavizan de manera desigual. La cuestión no es si viene un recorte, sino cómo Powell enmarca el ritmo y la credibilidad de la relajación.

Las Cinco Leyes de la Integridad Epistémica

Veracidad de la información
– Todos los informes confirman el consenso: el recorte de septiembre está descontado. Los datos de la curva de rendimiento y de FedWatch lo corroboran.
Veredicto: Alta Integridad.

Referencia de fuentes
– Verificado de forma cruzada vía Bloomberg, Reuters, MarketWatch, Barron’s. Anclaje oficial con futuros de CME y actas de la Fed.
Veredicto: Alta Integridad.

Fiabilidad y precisión
– Leve divergencia en el tono: Siegel aboga por un alivio agresivo, mientras que MarketWatch advierte contra recortes “jumbo”. Esta diversidad refleja la realidad del mercado.
Veredicto: Integridad Moderada–Alta.

Juicio contextual
– Debe leerse como un ejercicio de credibilidad política: la independencia de la Fed bajo escrutinio, con presión política de la administración Trump para estimular el crecimiento antes de las elecciones de 2026.
Veredicto: Integridad Moderada.

Rastreabilidad de inferencias
– El vínculo entre el discurso de Powell y la repricing de activos globales es rastreable: (i) rendimientos de bonos, (ii) futuros de la Fed funds, (iii) apuestas sectoriales en acciones (vivienda).
Veredicto: Alta Integridad.

Opinión BBIU

Un recorte de 25 pb por parte de la Fed es más que un ajuste técnico: es una señal dentro de un plan de juego estadounidense más amplio en el que las tasas y los aranceles funcionan como instrumentos gemelos de la política económica. En el lado monetario, una base de refinanciación del primer año de alrededor de 7,0 billones de dólares implica aproximadamente 17,5 mil millones de dólares en ahorros anuales de intereses a partir de un movimiento de 25 pb; las corporaciones —incluidos los chaebols coreanos que se expanden en EE. UU.— también enfrentan un financiamiento en dólares más barato. La sustancia, sin embargo, es la credibilidad: en Washington, el lenguaje de la Fed funciona como cuasi-ley. Si el tono del presidente Powell parece político más que basado en datos, los mercados castigarán el extremo largo (mayor prima de plazo), diluyendo cualquier beneficio para el Tesoro y debilitando el aura institucional del dólar.

En el lado comercial, la Casa Blanca acaba de reforzar la otra palanca. BBIU Global documenta una Orden Ejecutiva del 11 de agosto de 2025 que modifica temporalmente las tasas arancelarias recíprocas con la RPC, extendiendo efectivamente una tregua de 90 días—evitando picos punitivos (hasta 145%) y manteniendo alrededor del 30% en muchas importaciones chinas mientras continúan las negociaciones. Léalo aquí (enlace completo):
https://www.biopharmabusinessintelligenceunit.com/bbiu-global/-us-executive-order-further-modifying-reciprocal-tariff-rates-with-the-prc.
La OE también hace referencia a modificaciones previas (OE 14298 y 14266) y, crucialmente, empuja el “precipicio arancelario” al 12 de noviembre de 2025—ocho días después de las elecciones estadounidenses—minimizando la inflación preelectoral mientras maximiza la palanca poselectoral.

Ese calendario importa para el calendario interno de Beijing. Como señala el artículo de BBIU, el Congreso Nacional del PCCh suele celebrarse en octubre; celebrarlo a mediados de octubre preserva la coherencia de mando y otorga unas semanas para preparar respuestas antes del punto de decisión de EE. UU. Deslizarlo a principios de noviembre implica enfrentar una escalada estadounidense con un liderazgo transicional—una desventaja estructural. La turbulencia interna (rotación de liderazgo, purgas) ralentiza aún más la toma de decisiones, amplificando la ventana de palanca de Washington.

Para los inversionistas globales, el mensaje combinado es claro. La demanda extranjera de Treasuries (Japón, China, fondos soberanos del Golfo) dependerá de si estos movimientos se leen como técnicos (basados en datos) o políticos (electorales). Los mercados emergentes reciben un efecto de doble filo: financiamiento en dólares más barato pero presión sobre el FX e inflación importada. Los anclajes de datos de la Fed—desinflación en el PCE, menor solidez en las nóminas laborales, mayor restricción de crédito bancario (SLOOS)—deben ser visibles para justificar recortes sin pérdida de credibilidad. Si el mercado lee capitulación política, los rendimientos largos y la volatilidad aumentan, debilitando el alivio a las finanzas públicas y complicando los flujos de capital.

Conclusión BBIU: EE. UU. está señalando que gestionará tanto el capital (tasas/orientación) como el comercio (aranceles/reciprocidad) bajo sus reglas soberanas. Para los aliados, eso es oportunidad—financiamiento y acceso. Para los rivales, es una advertencia—cumpla o pague. Para la Fed, la credibilidad es la verdadera moneda; gástela con cuidado.

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